Si preguntamos a nuestros conocidos, la mayoría pensará que su higiene dental es buena. Pero, aunque nos cepillemos los dientes dos o tres veces al día, ¿estamos seguros de que lo hacemos de la manera correcta?
Seamos sinceros, lavarse los dientes mientras repasamos mentalmente las tareas del día o mandamos whatsapps no suele ser la manera más adecuada de eliminar la placa. Para un buen cepillado es necesario hacerlo de manera consciente y siguiendo unas sencillas normas.
Cepillar de arriba a abajo, realizar movimientos circulares en la superficie de masticación, cepillar la lengua de dentro hacia fuera y acabar repasando con colutorio e hilo dental son claves para la eliminación del sarro y la placa. Pero, aunque lo hagamos, puede ser que aún así la limpieza no sea la adecuada… Entonces, ¿hay alguna manera de saber si lo hacemos de la manera correcta?
La hay y es extremadamente sencilla, tanto como aplicar un gel.
Triplaque, el identificador inmediato de placa bacteriana.
Triplaque es un gel que permite cuantificar los tipos de placa bacteriana en la superficie dental y diferencia su tipología, ya que la resalta en tres colores distintos:
– Azul/violeta: colorea la placa antigua, de más de 48 horas. Indica las zonas en las que el paciente debe mejorar su técnica de cepillado.
– Rojo/Rosáceo: marca la placa formada recientemente.
– Azul claro: identifica la placa madura de fuerte acidez. Esta es la más preocupante de todas ya que es la que produce la caries.
Este sistema resulta muy didáctico ya que higienistas y odontólogos pueden descubrir dónde se debe hacer una mejor higiene dental pero, sobre todo, para el paciente ya que puede verlo por sí mismo y ser consciente de qué cambios debe hacer en su higiene dental. Es sorprendente la cantidad de pacientes que están convencidos de que sus hábitos de higiene son los correctos y que gracias a este sistema pueden mejorarlos.
¿Por qué es importante?
Mantener la placa a raya nos ayuda a evitar caries y otros problemas periodontales, que son las enfermedades odontológicas que encontramos con mayor frecuencia tanto en niños como en adultos. La identificación temprana de sus causas juega un papel importantísimo dentro de nuestra filosofía de Mínima Intervención.
Por ello, con ayuda de esta y otras técnicas, realizamos un diagnóstico que nos permite definir un tratamiento individualizado para cada paciente, que podrá ser controlado durante visitas periódicas gracias a este sistema. Ya que, al fin y al cabo, el mejor tratamiento es siempre la prevención.