BOOO ¿MIEDO AL DENTISTA?

¡Nunca más!

Antes de lanzarnos de lleno a las 5 cosas que puedes hacer para que tus hijos no le teman al dentista, responderemos a la pregunta ¿Por qué ese miedo al odontólogo? Los niños no nacen con ese miedo, sin embargo, la mayoría se resiste cuando toca ir a la clínica dental. La respuesta es simple, han experimentado dolor en la primera visita y eso no se olvida.

Foto de Joseph Gonzalez en Unsplash

¿Cómo evitarlo?

1. No esperes a que le duela para llevar a tu hijo al dentista.  Está demostrado que hacer visitas de prevención “sin acudir al dentista con dolor”, crea un primer contacto con el odontólogo que hace que el niño se sienta cómodo, y no ponga resistencia cuando toque volver. En esta primera visita, el niño conoce el profesional y viceversa.

Foto de Jose Ibarra en Unsplash

2. Elige especialistas en salud dental infantil. Esto es muy importante porque los profesionales expertos saben cómo motivar al niño para llevar a cabo visitas disciplinadas. Saben lo importante que es que el niño quiera volver y llevan a cabo técnicas de motivación que han estudiado y comprobado.

3. Evita transmitir miedos propios. Si de niño tuviste una mala experiencia con el dentista, es probable que tus hijos lo perciban. Intenta no transmitírselas para no condicionarlos. Recuerda que lo que tu digas será palabra santa.

4. Enseña con el ejemplo. La visita periódica a la clínica dental la tienen que hacer todos los integrantes de la familia, principalmente los padres. Si los niños ven que sus padres van, ellos no pondrán resistencia.

5. Jugar al dentista en casa. Convertir la experiencia en un juego, en el que los niños se transforman en dentistas y los padres en pacientes, o viceversa, es una excelente idea para no temerle al odontólogo. Los niños tendrán una asociación positiva y no solo no pondrán resistencia sino que estarán encantados de ir a la clínica dental.

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Estas son cosas sencillas que puedes hacer para convertir la visita al dentista en una cosa más que hacer en el día. Recuerda que es recomendable hacer la primera visita cuando el niño tiene 6 años. Si tienes hijos en esa edad, pide tu cita, para esa primera visita sin dolor.